Una gran mayoría de las personas a las que ayudo acuden a mí en un estado de ánimo bastante bajo y buscan mejorar. Como mínimo, vienen a mejorar su vida, sus habilidades o sus relaciones. Modestamente diré que casi todos ellos mejoran, y al cabo de un tiempo se enfrentan a los desafíos de sus vidas con mayor o menor éxito.

Pero mejorar tiene sus desventajas.

¿Cómo?, dirá el lector. ¿Acaso no es bueno mejorar y dejar atrás la depresión, o la ansiedad, o el problema que sea? ¡Claro que sí! Es fantástico.

Pero cuando dejas atrás la depresión, la ansiedad, o el problema que sea, empiezas a ver cosas de tu vida en las que antes no te habías ni fijado. Bastante tenías ya con tu problema como para reparar en que tu hijo no estudia, en que tu trabajo es desastroso o en que tu matrimonio es, siendo generosos, mediocre. Entonces vienen lo que lo llamo las desventajas de mejorar: la persona se encuentra con asuntos desagradables que, gracias a su mejoría, ya puede resolver. He citado a los hijos, el trabajo y el matrimonio, y no por casualidad, ya que estas suelen ser las áreas que más problemas causan.

Un paciente vino con una fuerte depresión que le impedía hacer las cosas normales de su vida. Mejoró rápidamente y desarrolló estrategias para vencer la tristeza, el cansancio y la desgana. ¿Qué ocurrió cuando ya estaba muy cerca de su «antiguo y sano yo»? Que se dio cuenta de que su hijo había escurrido el bulto en el colegio todo ese tiempo y sus notas eran desastrosas. Había estado haciéndolo delante de sus narices, pero él era incapaz de verlo en su estado depresivo. No le gustó nada el descubrimiento, pero tomó las riendas de la situación y las notas mejoraron espectacularmente.

A veces las desventajas de mejorar son demasiado grandes para el paciente. ¿Qué ocurre en estos casos? Pues que la persona puede elegir no mejorar, o incluso optar por soluciones radicales y dramáticas.

He conocido casos de personas de baja por depresión que tomaron decisiones dramáticas con tal de no volver a sus empleos tras recibir el alta, incluyendo intentos de suicidio. Nadie les había dado las herramientas necesarias para enfrentarse de nuevo a su trabajo, que probablemente era lo que había causado la depresión en un principio.

Me gustaría dirigirme desde aquí a todas aquellas personas que (en tratamiento o no) están mejorando de algún problema de tipo psicológico. Les diría que no se preocupen demasiado si, en mitad de su mejoría, se topan con asuntos desagradables como los mencionados. Es normal y parte del proceso de mejoría. Habrá cosas que antes vivían como un problema insalvable y que han dejado de afectarles, pero habrá otras que antes ni siquiera podrían ver y ahora sí. Por suerte, cuando esto ocurre es porque la persona ya está lista para afrontar esos nuevos desafíos. ¡Ánimo!

psicología aviles

Acerca de Maxi

Psicólogo General Sanitario. Consulta privada.

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