En mi trabajo me encuentro frecuentemente con problemas de consumo de alcohol. Muchas personas acuden buscando ayuda para abandonar o controlar la bebida, ya que el alcohol se ha convertido en una fuente de problemas importante en sus vidas.

Lo primero que suelo hacer es aclarar algunas falsas ideas muy asociadas al alcohol. Estas ideas suelen estar muy extendidas y muchos de los pacientes comparten una o varias de ellas. Tenemos una idea bastante equivocada de lo que es el abuso del alcohol y el alcoholismo, y es necesario empezar a aclarar conceptos si queremos enfrentarnos a este problema. En muchas ocasiones, estas ideas se usan como excusa o razonamiendo para no abandonar nuestros hábitos nocivos de consumo; otras veces impiden que la persona se de cuenta de que realmente tiene problemas con la bebida. Espero que este breve artículo ayude al lector a identificar y debatir alguna de sus propias ideas sobre el consumo de alcohol.

«No veo que tenga un problema con el alcohol». Muy a menudo la persona no siente que tenga un problema con la bebida. En muchas ocasiones vienen presionados por alguien de su entorno cercano, como su pareja o familia. No sienten que ellos hagan nada fuera de lo común, ven que su consumo es normal y creen que las consecuencias negativas son, simplemente, parte de la conducta normal de beber. Por desgracia, y aunque ellos no lo perciban así, si el entorno ha llegado a buscar la ayuda de un profesional es que algún problema hay. A lo mejor no es tan grave como afirma la familia ni tan inexistente como dice el implicado, pero es casi seguro que habría que hacer algún cambio en los hábitos de consumo. Por desgracia, las personas con esta idea suelen negarse a recibir ayuda, lo cual parece lógico si no creen tener ningún problema. Muy frecuentemente, ocurre algo que les hace abrir los ojos (lo que algunos llaman «tocar fondo»). Suelen ser problemas con la ley, problemas de salud, crisis con sus parejas o familias… Hay quienes creen que la persona no buscará ayuda hasta no haber «tocado fondo».

«El problema es de los demás (mi pareja, hijos, familia, otros)». Es una idea muy relacionada con la anterior. La persona que no cree tener un problema con el alcohol suele echar «balones fuera» y afirmar que es un problema de los demás: su mujer está muy obsesionada con el tema, sus padres exageran mucho, su familia quiere controlar lo que bebe o no… En estos casos, la consulta se convierte en un lugar en el que cada uno expone cómo ve el caso y qué pretende conseguir. El profesional dará su opinión sobre si cree que existe o no un problema con el alcohol. No siempre es posible ponerse de acuerdo: a veces, las familias quieren que se abandone radicalmente la bebida mientras que el afectado quiere simplemente beber menos. En estos casos habrá que negociar y lograr un acuerdo. Es imposible una terapia eficaz si cada uno de los implicados busca una cosa diferente.

«Yo puedo controlar el alcohol que bebo». No siempre es así. El abuso de alcohol y el alcoholimo se caracterizan porque la persona pierde el control de lo que bebe y su capacidad de decisión. Es muy frecuente que la persona pueda controlar el consumo al principio, pero a partir de cierta cantidad de copas o bebidas, este control desaparezca. Por eso es fundamental dar herramientas para que la persona pueda decidir hasta dónde bebe en vez de descontrolarse.

«Bebo porque me gusta». Puede ser cierto, o puede que no. Uno de los principales motivos de beber demasiado es usar la bebida para afronatr situaciones o emociones negativas. Por eso es vital aprender a llevar estas situaciones sin recurrir al alcohol. Si bebemos para afrontar la ansiedad, la tristeza o las preocupaciones en vez de hacerlo porque nos gusta o en situaciones sociales, es probable que tengamos un problema.

«Yo no soy alcohólico». No es necesario ser alcohólico para tener problemas con el alcohol. Tenemos la idea de que un alcohólico bebe cada día y a todas horas, y no es así. El alcohol puede tener gravísimas consecuencias aunque solo bebamos los fines de semana o incluso una vez cada mucho tiempo.

«Los alcohólicos son personas fracasadas, cuya adicción se nota nada más verlas». Nada más falso. Aún tenemos la imagen del borracho del pueblo que va de bar en bar, desastrado y casi en la indigencia, y esto ocurre en pocos casos. Lo habitual es tener una vida normal y corriente, con relaciones familiares y sociales, y además tener problemas con el consumo de alcohol. Es cierto que, con el tiempo suficiente, el alcoholismo acaba destruyendo lazos familiares, amistades y trabajos, pero no conviene esperar a verse así para actuar. De hecho, cuanto mejores lazos sociales y familiares tenga el afectado, mejor será su pronóstico.

«La única solución con el alcohol es no probarlo nunca más, y no me veo capaz». Hasta hace poco se pensaba que la única forma de superar los problemas con el alcohol era la abstinencia total. Esto es cierto en algunos casos. Existe otra opción, que es la bebida controlada: ofrecer a la persona una serie de recursos y herramientas para que pueda enfrentarse a situaciones de consumo sin perder el control. Es decir, que pueda decidir si beber o no y que sepa cuándo parar. Los programas de bebida controlada funcionan y son una alternativa a la abstinencia total.

«Si vuelves a beber significa que has fracasado». Prevenir recaídas es una parte muy importante de la terapia. Es fundamental que la persona no pierda la esperanza si vuelve a beber o emborracharse. En lugar de verlo como un fracaso, deberíamos tomárnoslo como una oportunidad de aprender por qué ha ocurrido, qué me ha impedido controlarme y cómo puedo evitarlo en el futuro. Las recaídas son una forma inesperada de aprender a manejar el consumo y hay que afrontarlas con valor y esperanza.

Nunca es mal momento para cambiar nuestra forma de beber. Puede hacerse.

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Imagen de Alcohólicos Anónimos

Acerca de Maxi

Psicólogo General Sanitario. Consulta privada.

Un comentario »

  1. Ansiedadytoc.com dice:

    Hola! me ha encantado el artículo.
    Os invito a descubrir en mi página web cómo vencí la ansiedad, el TOC y el alcoholismo.

    ¡Todo un viaje que duró años!

    http://ansiedadytoc.com/alcoholismo/

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