Estoy leyendo un interesante estudio sobre la relación de padres, hijos y tecnologías varias realizado por las universidades de Washington y Michigan. El estudio se centra en la relación que tienen las familias con tecnologías como móviles, tablets, internet, etc. Se tuvo en cuenta la opinión de los padres, por un lado, y la de los hijos, por otro. También estudiaron qué tipo de normas intentaban aplicar las familias para controlar o limitar el uso de estas tecnologías.
Las quejas de los padres eran sobre todo relacionadas con la incapacidad de sus hijos para «desconectar» del móvil. También dijeron que, por lo general, los hijos cumplían las normas establecidad en casa, aunque algunas eran más fáciles de cumplir que otras: las más incumplidas eran las normas sobre cuándo y en qué situaciones se pueden usar los móviles (en la cena, la comida…).
Pero más interesantes me parecieron las respuestas de los niños.
- Muchos niños recriminaban a sus padres que incumplían las mismas normas que les obligaban a cumplir a ellos. Lógicamente, esto hacía mucho más difícil para los niños cumplir esas normas.
- Demandaban que los padres les prestasen más atención: por ejemplo, que no tuviesen el móvil en la mano cuando querían hablar de algo que ellos consideraban importante.
- Los menores expresaron sentirse muy incómodos cuando sus padres subían a las redes fotos o información suya sin su consentimiento. Los menores necesitan controlar su imagen en las redes. También percibían que otros padres hacían lo mismo, así que parece algo generalizado.
- Los propios niños demandan a sus padres que usen las tecnologías con cierta moderación.
- Les resulta mucho más fácil seguir las normas que se han decidido entre todos que aquellas que deciden los padres unilateralmente. Si las normas de uso de móviles se tomaban en conjunto, se cumplían mucho más.
- Muchos niños recriminaban a sus padres que utilizaban los móviles mientras conducían, lo cual es algo inquietante.
- En general, los niños aceptaban la necesidad de unas normas estables y racionales, y de hecho reclaman que existan dichas normas.
Todo lo anterior nos indica una cosa: los niños piden a los adultos exactamente lo mismo que los adultos les exigen a ellos.
Esto se aplica no solo al uso de móviles, si no a casi todas las cosas. Un hogar necesita reglas, pero estas reglas deberían ser estables, racionales y consensuadas entre todos. Es mucho mejor sentirse parte de la toma de decisiones que ser un mero espectador que se ve obligado a cumplirlas. Los padres deberían cumplir las mismas reglas que imponen a sus hijos (dentro de los límites de edad y adultez) ya que, de lo contrario, les va a resultar muy difícil defender dichas normas si se incumplen. ¿Cómo pedir a nuestros hijos que no fumen en casa o que no coman con el móvil en la mano si lo hacemos nosotros? Evitemos las incongruencias y la educación de nuestros hijos será más fácil.
El estudio completo puede consultarse aquí: http://www.west-info.eu/mummy-stop-posting-my-photos-on-facebook/face-4/