Ante la duda, todos culpables.
Me encuentro el otro día con este cartel. Según lo que pone, absolutamente toda persona viva es machista. Sin tener en cuenta lo que piensa, lo que hace o lo que siente. Así, porque sí. Por vivir.
Veo con cierta alarma que hay muchas personas empeñadas en hacernos creer que cada uno de nuestros gestos, pensamientos, frases y acciones DEBE tener un significado, y este significado solo puede ser a favor o en contra de las mujeres. Nunca neutral. Da igual que hablemos de jugar al golf, preferir la lubina al atún o escribir un blog. Todo es machista y, si te portas bien, a lo mejor alguna de tus acciones es no-machista. Pero no te confíes.
Es como una caza de brujas de antaño, en la que cualquier chorrada es juzgada rápidamente como opresora, falocrática y qué se yo qué más. Y cansa. Cuando yo hablo con un ser humano, y hablo con muchos, me da completamente igual que sea hombre o mujer. Respeto, tolerancia y asertividad son cosas universales que hay que ofrecer a nuestros semejantes, sea cual sea el sexo con el que hayan nacido. No me parece que ser mujer u hombre sea algo relevante. Es así de simple. No es necesario complicarnos más.
Ah, y a nadie le gusta que le llamen machista así, porque sí.