Me encuentro muchas veces con personas que me preguntan cosas acerca de mi trabajo como psicólogo. Me hacen muchas preguntas, muchas de ellas muy interesante, pero básicamente quieren saber una cosa: ¿qué hace un psicólogo?
Quiero explicar brevemente qué es lo que se hace en una consulta de psicología. O, al menos, lo que hago yo y cómo trabajo. Cuando una persona acude a un psicólogo puede ser por muchísimos motivos. Pero yo siempre trabajo de la siguiente forma:
– Primero hago una evaluación del problema. Para poder ayudar a una persona, lógicamente tengo que saber qué le pasa, cómo es su vida, qué cosas le están afectando para bien o para mal, etc. Evito emplear muchos tests o pruebas porque creo que lo más importante es lo que me cuenta la persona: por eso uso la entrevista como método de evaluación, y prefiero simplemente escuchar. Esta primera fase suele durar pocas sesiones, no más de dos o tres.
– Después me gusta devolver la información a la persona. Es decir, le doy mi «opinión profesional» sobre su problema y cómo creo yo que está funcionando. Siempre procuro que la persona comprenda que le he escuchado, que he tratado de comprender su problema lo mejor posible y que haré todo lo que pueda por ayudarla. También trato de no imponer mi forma de entender el problema. Quiero conocer la opinión del cliente. Por eso intento que esta «opinión» no sea solo «profesional», sino también «construida» entre ambos.
– Ahora comienzo el tratamiento o intervención. Dependiendo del problema, el tratamiento (o terapia) puede ser muy distinto, y puede durar más o menos. Lo más importante que le diría a una persona en esta etapa es que su mejoría depende de que trabajemos juntos y colaboremos. El psicólogo no es un médico, no recomienda un fármaco y listo; es necesario que la persona y el psicólogo colaboren y trabajen juntos. Muchas veces pido a la gente que haga pequeñas «tareas» en casa, siempre orientadas a su problema o situación. Poco a poco la persona debería ir viendo cambios en su vida. Lo normal es ver a la persona una o dos veces por semana.
– Finalmente, está el seguimiento. El seguimiento empieza cuando la persona se siente mejor, ha cumplido gran parte de las expectativas que tenía al acudir a consulta y está lista para «volar» por su cuenta. Las sesiones se van espaciando y veré a la persona una vez al mes o menos. Así podremos afianzar lo aprendido, asegurar los avances que la persona ha logrado y prepararla para futuras crisis o recaídas.
Un tratamiento o terapia psicológica puede tener una duración muy variable. La mayor parte de las personas vienen a consulta durante unas semanas o unos meses. En algunos casos, en los que la persona necesita aclarar una duda o asunto muy puntual, basta con una sesión de orientación y no hay necesidad de iniciar un tratamiento. Cada caso es único.
En caso de tener más dudas, yo recomendaría ponerse en contacto conmigo para poder aclararlas.
¡Un saludo a los lectores!
Un gran post enhorabuena
¡Muchas gracias!