La asertividad es la capacidad de expresar y defender nuestras propias ideas respetando los derechos de los demás.
La asertividad es una forma de comunicarse, de expresarse, casi una manera de ver el mundo. Cuando somos asertivos estamos respetando a los otros, pero también estamos respetándonos a nosotros mismos. La persona asertiva no pretende tener razón, no trata de imponerse a los demás, no domina ni se deja dominar por otros.
Características del estilo de comunicación asertivo:
Conducta no verbal: conducta y gestos relajados, tono de voz fluido y no muy elevado, habla fluida, manos sueltas, postura firme, dirigiéndose directamente a la otra persona.
Conducta verbal: utiliza mucho los mensajes en primera persona (quiero, siento, me gustaría, quisiera, opino), suele decir las cosas en positivo y evita usar mucho el «no», pregunta opiniones, evita hablar de cosas generales y se centra en los problemas concretos.
Qué consigue: resuelve los problemas concretos, se siente cómodo, hace que los demás se sientan escuchados, siente que tiene el control de sus actos y se siente a gusto, consigue que todos salgan ganando o al menos se acerca a la mejor solución para todos.
Se asume que todas las personas tenemos una serie de derechos asertivos, que podemos defender mientras respetamos los de los demás. Los derechos asertivos son:
- El derecho a ser tratados con respeto y con dignidad.
- Derecho a expresar los sentimientos y opiniones propios.
- Derecho a ser escuchado y tomado en serio.
- El derecho a tomar mis propias decisiones y, por tarno, el derecho a equivocarme y cometer errores. Esto incluye el derecho a decidir no ser asertivo.
- El derecho a decir NO, libremente y sin sentir culpabilidad.
- El derecho a pedir cosas. De acuerdo con el punto anterior, la otra persona tiene perfecto derecho a decir NO.
- El derecho a cambiar.
- Derecho a ser informado adecuadamente.
- Derecho a obtener aquello por lo que pagué.
- El derecho a ser independiente.
- El derecho a tener éxito, a disfrutar y a pasármelo bien.
- El derecho a mi descanso y aislamiento, si así lo deseo.
- El derecho a superarme y a hacer cosas mejor que los demás.
Las personas que pueden defender estos derechos y, a la vez, respetar los de los demás, son personas asertivas. Como puede imaginarse, la asertividad nos evita innumerables problemas en nuestras relaciones con los demás. Hay ámbitos en los que la falta de asertividad produce muchas tensiones y sufrimientos, como las parejas, las familias o en nuestro trabajo. Un primer paso para conseguir ser asertivos es comprobar si respetamos los derechos anteriormente mencionados. Si muchos de ellos nos suenan a chino o no estamos de acuerdo con ellos (por ejemplo, muchas personas creen que no tienen derecho a negarse a nada o no piensan que la gente pueda cambiar de opinión), entonces seguramente no estemos comunicándonos con un estilo asertivo. ¿Qué opináis? ¿Creéis que sois asertivos o no?
En el próximo artículo explicaré cuales son los diferentes estilos de comunicación, así como las consecuencias de cada uno de ellos.