Excelente libro de Lucien Auger. Publicado originariamente en 1974, no ha perdido ni un ápice de su utilidad a pesar de los años transcurridos.
El libro es un recorrido a traves de los grandes enemigos de nuestro bienestar psicológico: los pensamientos irracionales. Ideas como «tengo que triunfar a toda costa», «el mundo debería ser de tal modo» o «soy un fracasado por no haber logrado lo que me proponía», se introducen una y otra vez en nuestro modo de pensar causándonos malestar, tristeza y mucha ansiedad.
A lo largo del libro, Auger nos pone ejemplos de pacientes dominados por sus ideas irracionales y, por supuesto, nos propone un método para enfrentarnos a ellas: la confrontación. La confrontación es un proceso que nos permite comparar nuestras ideas irracionales con la realidad y comprobar si, efectivamente, todo es tan horrendo y terrible como pensamos. ¿De verdad es tan terrible que no consiga superar ese exámen? ¿Es realmente espantoso que no logre la atención de la chica que me gusta? Y así, poco a poco, la persona puede desmontar ella misma esos pensamientos que tanto sufrimiento le causan.
Tomemos el ejemplo de una de sus pacientes, Isabel, cuyo novio se había negado a salir con ella un sábado. Auger le pregunta:
– Tomemos tu primera frase. Tú te dijiste: esto es demasiado injusto. Bien, yo te pregunto: ¿quién dice que eso es demasiado injusto? ¿Dónde está la prueba real de que eso es demasiado injusto?
– Son cosas que no se prueban. Eso es así para mí.
– Si no se prueban, como dices, ¿por qué las crees? ¿Me vas a decir que es demasiado injusto porque tú lo afirmas?
– Sí, es demasiado injusto porque porque yo lo digo, porque yo lo veo así.
– ¡Pero vamos a ver, Isabel! Una cosa no es necesariamente verdadera porque tú afirmes que lo es. La nieve seguirá siendo blanca aun cuando tú digas que es roja. El hierro es duro aunque tú creas que es blando. Una cosa no es necesariamente injusta porque tú digas que lo es. Es algo que no es sensato. Una definición nunca ha probado nada.
– Y entonces, ¿qué es?
– Para que la negativa de Juan Pedro a salir contigo el sábado fuera injusta, haría falta que él no tuviera el derecho a negarse. Pues bien, ¿tenía derecho o no?
– ¡Por supuesto! ¡Tiene derecho a hacer lo que quiera, y que le lleven los diablos!…
Isabel empezaba a comprender que lo que ella había calificado como demasiado injusto era, en realidad, algo que podía resultarle molesto a ella, pero solo era terrible si ella creía que era terrible.
Auger nos explica con multitud de ejemplos y «trucos» como detectar esas ideas irracionales y poco realistas para poder, poco a poco, ir desmontándolas. El lector puede probar a detectar las ideas irracionales que alberga en su interior. ¡Y le aseguro que encontrará unas cuantas!
Las ideas que propone Ayudarse a sí mismo son muy utilizadas por los psicólogos de tipo cognitivo-conductual, como yo mismo, y puedo asegurar que el método funciona. Es frecuente que sea el psicólogo el primero en animar a la persona a detectar esas ideas y el primero en intentar rebatirlas. Posteriormente, la propia persona puede hacerlo ella misma.
Ayudarse a sí mismo: una psicoterapia mediante la razón, de Lucien Auger, editorial Sal Terrae, 1987.